Cuando la hierba crezca encima de mi sepultura,
Sea ésa la señal para que me olviden del todo.
La naturaleza nunca se acuerda, y por eso es bella.
Y si tuvieran la necesidad enfermiza de «interpretar»
La hierba verde sobre mi sepultura,
Digan que continúo para verdecer y ser natural
«El guardador de rebaños» Fernando Pessoa como Alberto Caeiro
Nuestras queridas plantas medicinales han sufrido durante los últimos cincuenta años una feroz agresión que las ha puesto en serio riesgo desde todo punto de vista: se ha desvalorizado el saber popular y su uso cotidiano, se las ha prohibido; se las ha depredado de sus lugares de crecimiento silvestre; se han aniquilado las culturas tradicionales que originaron los conocimientos y por si esto fuera poco las multinacionales farmacéuticas se están arrojando sobre ellas como la nueva presa que les permite seguir engrosando sus arcas.
Trataremos de ir desarrollando cada una de estas problemáticas y de sugerir las cosas que podemos hacer para actuar positivamente frente a las mismas.
Para ello es importante entender a las plantas medicinales dentro de los dos grandes mundos en que existen: como parte de la naturaleza y como parte de la cultura humana. O quizás ir más allá: darnos cuenta que ellas son un gran puente tendido desde los albores de la humanidad entre las personas y la naturaleza y que ineludiblemente debemos entenderlas en ese contexto.
Las plantas medicinales forman una parte muy importante de la Biodiversidad o Diversidad Biológica de nuestro planeta que los seres humanos hemos ido descubriendo y conociendo a lo largo de los siglos estableciendo vínculos que no solo ayudaron al cuidado de la salud sino que también enriquecieron la cultura y la identidad de los pueblos. (fragmento del libro Sanarnos con Plantas) Sigue leyendo →